lunes, 17 de mayo de 2010

OTAN debe prepararse para ataques no convencionales

Expertos le piden a la OTAN que se prepare contra las amenazas no convencionales

  • Descartan una agresión militar clásica, pero advierten de los misiles balísticos, el terrorismo internacional y el ciberterrorismo.
  • Describen las amenazas a la seguridad energética y al tráfico marítimo, así como las consecuencias del cambio climático y de la crisis.

La OTAN debe prepararse mejor para afrontar amenazas no convencionales en los próximos diez años, dotarse de una defensa antimisiles y potenciar sus relaciones con Rusia, según el informe presentado este lunes por un grupo de expertos (una docena de personas, entre ellas el embajador español Fernando Perpiñá) como base para elaborar el nuevo concepto estratégico de la organización.

El documento insiste también en que la OTAN defina las condiciones en que realizará misiones militares en el exterior, mantenga una disuasión nuclear y continúe sus reformas internas para mejorar la gestión ante la previsible escasez de recursos.

"En el siglo XXI, la Alianza tiene que ser más ágil y flexible para afrontar lo impredecible", recalcó en conferencia de prensa la ex secretaria de Estado de EEUU Madeleine Albright, presidenta del grupo que elaboró el documento.

El informe considera que una agresión militar clásica contra la OTAN o sus países miembros "es improbable", por lo que las amenazas "más probables" que afrontarán los países de la Alianza en los próximos diez años son "de naturaleza no convencional", como los misiles balísticos, el terrorismo internacional o el ciberterrorismo.

Peligros potenciales

Las amenazas a la seguridad energética y al tráfico marítimo, así como las consecuencias del cambio climático y de la crisis financiera figuran también entre los peligros potenciales.

Por ello, se pide una "actualización" de las formas de defender el territorio de los países miembros, así como "fijar los principios" que deben regir las operaciones militares en el exterior.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que las misiones militares en el exterior deben realizarse en beneficio de la seguridad de los países miembros y de acuerdo con la ONU, ya que la organización "no tiene la intención de convertirse en el gendarme mundial".

El documento señala que la Alianza debe mantener la disuasión nuclear "mientras haya armas atómicas", aunque dentro de una política contra la proliferación de armamento de este tipo.

Además, los expertos consideran "una misión esencial" la creación de un sistema de defensa antimisiles a fin de "responder a la amenaza de un eventual ataque balístico desde Irán".

El informe insiste en que la OTAN debe lanzar nuevos acuerdos de cooperación con países y organizaciones (por ejemplo, China) y potenciar los ya existentes, especialmente con Rusia.

Este informe es un primer paso, ya que servirá de base para que Rasmussen realice un borrador del nuevo concepto estratégico, que será revisado en una reunión conjunta de los ministros de Exteriores y Defensa prevista para octubre, a fin de dejar todo listo para la aprobación formal en la cumbre de Lisboa, el 19 y 20 de noviembre.

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